La comunicación interna se ha convertido en un reto crucial y en uno de los principales quebraderos de cabeza de los despachos de abogados. Más, si atendemos al escenario actual en el que la guerra por el talento produce una agitación en las plantillas que no pasa desapercibida ni para las propias firmas, ni para para el mercado.
La salida de un abogado preocupa, especialmente, por el mensaje que se traslada no sólo a nivel reputacional, sino entre los propios empleados. En este tipo de situaciones, no contar con una comunicación interna adecuada puede provocar una mayor desafección entre el resto de profesionales. La firma se convertirá entonces en la pescadilla que se muerde la cola.
Reduce la incertidumbre
La comunicación interna reduce la incertidumbre en situaciones adversas. Realizar una labor informativa en la que prime la transparencia y la bidireccionalidad no solo ayudará a los equipos a entender los movimientos que se produzcan en la firma, sino que permitirá a los directivos conocer las inquietudes de la plantilla e implantar las medidas necesarias para mitigarlas. Por el contrario, el hermetismo generará desconfianza, desmotivación y agudizará las diferencias entre la sociatura y el resto de abogados.
Pese a ello, en la mayoría de despachos de abogados continúa predominando la utilización de modelos de comunicación descendente y en cascada.
La comunicación en cascada es una forma de comunicación vertical que organiza y transmite la información de la organización desde la dirección hacia las diferentes jerarquías que la componen. Aunque se trata de uno de los modelos más extendidos, la falta de coordinación y alineación puede provocar que se comuniquen diferentes versiones del mensaje y, por lo tanto, se produzca una distorsión del mismo. Asimismo, la comunicación en cascada no fluye hacia arriba, por lo que la dirección deja de recibir el feedback de sus empleados.
Comunicación alineada al plan de negocio
La comunicación interna no es sólo una herramienta valiosa a la hora de mitigar los efectos de una situación adversa o incierta.
Una buena estrategia de comunicación interna, alineada al plan de negocio de la firma, contribuye a la gestión, retención y atracción del talento. La razón en sencilla, la comunicación interna ayuda a alinear la visión del despacho con la de los miembros del equipo e incrementa la confianza y el sentimiento de pertenencia a la firma. En otras palabras, si el despacho refuerza los mensajes en torno a sus objetivos, fomentará el espíritu de equipo y el sentimiento de pertenencia a la organización de todos los trabajadores: desde los socios hasta los becarios, incluyendo también a los profesionales no abogados, como Recursos Humanos, Desarrollo de Negocio, Marketing y Comunicación, Administración, etc.
Además, si la comunicación interna es bidireccional, nos permitirá conocer las diferentes motivaciones y necesidades del equipo y, por lo tanto, aplicar las medidas necesarias para gestionar el talento.
¿Conocen tus abogados qué se necesita para llegar a ser socio? ¿Tienen información sobre el plan global de la firma? ¿Están alineados a sus valores? Y la dirección de la firma, ¿conoce las aspiraciones de sus empleados?
Por todo ello, no se debe subestimar el papel de la comunicación interna como herramienta para retener talento. No debemos olvidar que hablamos de firmas de servicios profesionales cuya oferta no es otra que el talento de sus equipos.